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tras una imagen hay millones de historias... y tras un cafe hay millones de ideas y sueños... aportaremos imagenes... esperaremos historias... para ampliar el contador de vivencias.
6 comentarios:
Agarró, Joao, con fuerza el bote de spray gris metálico. Y como si saliera de su corazón, exultante tras la noche de pasión junto a Clara, le confesó a aquel muro del barrio de São Bento su inquietud:
"porque é..." (¿por qué, si ella amaba a otro hombre...?)
"...que sou..." (si no soy nada, sólo un compañero de clase en quien nunca había reparado...)
"...feliz" (¡¿qué ocurre?!)
El dolor que sintió en el brazo, el zarpazo de aquel policía, le acompañó hasta el calabozo.
... y lo pintó sobre el muro, en un arranque de ira...como dejando una queja...una eterna duda: "porque é que sou feliz"... si solo recibía esos momentitos... por qué? si pudo ser y no fue... no fue más que solo un momentito, un día...UN día y eso es lo que la hacía feliz... el recuerdo de ese cinco.
- Bueno, pues... hasta luego ¿no?
- Claro. Tienes mi número, llámame. -gesto de llamar.
- No lo dudes -sonrisa.
Se quedaron inmóviles durante un eterno segundo. Luego la dejó en la esquina y empezó su recorrido hasta el metro. Bajó las escaleras y se aventuró avenida abajo, aún con la cara de embobado sonriente. Cruzó la calle oliendo a café y tostadas, y lo vio. Había pasado durante tres años por la misma calle todos los días camino del trabajo, impermeable a las percepciones. Pero ahora lo tenía delante, y sabía perfectamente la respuesta, sabía el por qué.
Se había convertido en una imagen recurrente… un pensamiento en el que esconderse cuando las cosas iban mal: un mal día de trabajo y allí aparecía su sonrisa, una nueva discusión y allí estaba su mirada tierna…Hacía tanto tiempo que era su inspiración, su refugio, su última esperanza… que cuando cerraba los ojos solo podía ver su cara, esa foto mental que solemos hacer de la persona amada y que nos acompaña siempre. Ya no recordaba cuándo se había convertido en un algo tan inteso para ella: era su vida, su luz, su todo… y sin embargo, tan real, tan cercano, tan humano... Le sentía tan próximo, que sólo pensarle hacía que su cuerpo sintiera sus caricias... había sido un día amargo, un día triste, un día para olvidar, un día como tantos otros…cerró de nuevo los ojos.
Ahí estaba de nuevo la respuesta.
...y andando por el bosque lo vio, grande y metálico... y atractivo.
No pudo resistir el ansia de ir a descubrir qué escondía aquel gigantesco cofre.
Le acompaba su mejor amigo, escéptico con su reacción de ir corriendo a abrir aquel "tesoro", pero no abandonándolo jamás.
Y al abrir el cofre, una intensa luz les cegó durante segundos, hasta que desapareció paulatinamente para dejar al descubierto el ansiado contenido.
Y al verlo lo supo!
Era felicidad!!!!
Y la tomó en brazos para impregnarse de ella, para oler a ella y para que no le faltara nunca mas.
Pero el amigo agachó los ojos triste por el engaño que había sufrido su compañero y le reveló la verdad...
-"Eso no es la felicidad, solo es algo que pretende parecerse..."
Y con la felicidad aún cogida en brazos le miró preocupado...
-"Lo sé, porque la felicidad no es nada que debas encontrar, sino un camino que debes seguir..."
Y dejando caer al suelo la felicidad, le preguntó:
-"Y tu eres feliz?"
-"Si..."
-"Porque?"
-"Porque me gusta mi vida y me gusta ser quien soy!"
q bello!
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